San Fabián (Roma 200-250), Papa y Mártir
Fabián (en latín: Fabianus), fue el vigésimo papa de la Iglesia católica, ejerciendo entre los años 236 y 250.
Sabemos muy poca cosa de este pontífice pero figura en el Catálogo Liberiano y en el Liber Pontificalis, y nos hablan de él ´san Cipriano de África, san Jerónimo y el historiador Eusebio de Cesarea.
Una elección poco común
Elegido papa durante las persecuciones que contra los cristianos había ordenado el emperador Decio.
Las extraordinarias circunstancias de la elección de Fabian fueron relatadas por el historiador Eusebio de Cesarea en el tomo sexto de su obra Historia de la Iglesia en donde relata cómo estando reunidos los electores para seleccionar al sucesor del papa Antero, una paloma se posó sobre Fabián, quien todavía no era sacerdote. El pueblo tomó esto como una señal milagrosa de Dios que escogía a Fabián como su candidato y procedieron a ordenarlo sacerdote y obispo.
Más tarde, san Cipriano diría de él: "Fue un hombre muy santo, y la gloria de su martirio correspondió a la gran pureza de su vida".
Sobre su pontificado
De su pontificado, pueden reseñarse varias cosas notables. Menciónanse algunos edificios mandados erigir por el papa Fabián encima de los cementerios o catacumbas, aprovechando, por cierto, un período de tranquilidad que gozó la Iglesia después de la persecución de Maximino Tracio.
– Organización del clero
Debido al crecimiento de Roma dividió la ciudad en siete distritos poniendo a cargo de cada uno de ellos a un diácono para su gobierno y administración. Consagró a varios obispos, entre ellos a San Dionisio de París al que envió a misionar las Galias, y según la tradición, Fabián instituyó las cuatro órdenes menores.
Instituyó también siete subdiáconos, para que recogiesen y archivasen las actas y gestas de los mártires, redactadas asimismo por siete notarios. En toda esa organización podemos ver un esquema oficial del clero, necesario para el ordenado ejercicio del culto y de la caridad cristiana.
Hizo cinco ordenaciones, todas en el mes de diciembre, en las cuales creó veintidós presbíteros, siete diáconos y once obispos para diversas diócesis.
– El Santo Crisma
En el orden litúrgico-sacramental, fue Fabián el pontífice que mandó fuese quemado y renovado todos los años, en Jueves Santo, el santo crisma. También reguló que el Santo Crisma debería prepararse con aceite mezclado con bálsamo.
– Controversia teológica con Novaciano
Fue el suyo un tiempo de controversias teológicas, especialmente en Roma. Uno de los efectos que las ocasionaron fue el cisma llamado de Novaciano, que estalló en el pontificado siguiente (el de San Cornelio), pero se había incubado durante el de Fabián.
Novaciano, de Roma, y Novato, de Cartago, íntimos amigos, defendieron un error de tipo puritanista, enfrentándose al criterio del papa Cornelio. Sus adeptos eligieron Papa a Novaciano.
Duró el cisma poco tiempo. Consistía el error en acusar de indulgente al Papa con respecto a los lapsos, es decir, a los caídos en apostasía u otro pecado enorme, y en propugnar que la Iglesia no había de estar integrada más que por personas puras (cátaros), no debiendo ni pudiendo ser readmitidos en su seno los que pecaban después del Bautismo, pues el poder de perdonar no pertenecía más que a Dios.
La rebelión de Novaciano no obedecía a una razón doctrinal, sino a una razón moral y psíquica. Novaciano era un escritor brillante, que en tiempo de San Fabián había dado a luz un tratado sobre la Trinidad, con el cual quiso refutar doctrinas heréticas gnósticas.
El Papa Fabián, prendado de su ingenio, dejó que fuese ordenado presbítero, confiando en los buenos servicios que podía prestar a la Iglesia. No pensó que sus defectos pudieran hacer de él un antipapa. Así fue, sin embargo. El espíritu soberbio de Novaciano le convirtieron en tal, cuando, en 251 vio que era elevado al solio pontificio Cornelio.
Fuera del ámbito de Roma, intervino Fabián en la deposición del obispo africano Privato, y mantuvo correspondencia con Orígenes, el gran pensador y exegeta de Alejandría, que quería justificar algunos puntos controvertidos de su doctrina.
Atribúyesele asimismo el primer envío de misioneros a las Galias.
Persecución y muerte
San Fabián murió mártir el 20 de enero de 250, bajo la persecución de Decio y fue enterrado en la catacumba de San Calixto.
El culto de San Fabián ha estado siempre unido al de San Sebastián, ambos se celebran el 20 de enero, en la festividad de los Santos Mártires.