LA TENDENCIA AL ELITISMO
Pedro tiene una pregunta muy graciosa pero peligrosa: ¿lo dices por nosotros o por todos? En el fondo, Pedro marca una línea psicológica de separación entre los seguidores de Jesús – ellos – y el resto.
También con frecuencia nosotros nos posesionamos de la verdad y jugamos en dos equipos: los cristianos y los otros. Jesús no responde a la pregunta de Pedro pero añade, después de la tercera parábola, un precioso y maravilloso principio de justicia: a quien mucho se le ha dado, mucho se le pedirá.
Y haciendo las mismas cosas, no todos serán reprendidos de igual forma. La bondad o maldad de los hechos está en la intención con que se han realizado. Por tanto, aún cuando veamos cosas reprobables, no juzguemos. El juicio sólo pertenece a Dios que escruta y conoce los corazones.
A nosotros sólo nos toca vivir como viviríamos con Dios al lado. Porque ahí está.