ESTAR ALERTA
Hoy en día parece que vivir alerta es casi sinónimo de vivir alarmado y nada más lejos, en la mentalidad de Jesús, que aúna ese estado de vigilia permanente con la paz más profunda. Sólo un corazón pacificado es capaz de vivir alerta porque sólo cuando todo lo relativo se ha relativizado cesan lo miedos y estamos atentos a lo esencial