MANUEL CAZADOR LOPEZ (1874-1956)
Sacerdote
Nacimiento: TORRENTE DE CINCA (Huesca). 29-1-1874
Inicio noviciado: SANT ANDREU. 19-3-1889
Primera profesión: SANT ANDREU. 15-8-1893
Profesión perpetua: SANT ANDREU , 8-9-1896
Ordenación sacerdotal: VIC, 18-3-1899
Defunción: SANT JULIÀ DE VILATORTA, 17-2-1956
Manuel Cazador, hijo de José y Magdalena, nació el 29 de enero de 1874 en Torrente de Cinca (Huesca). Probablemente debido al influjo del colegio de Fraga, el 28 de septiembre de 1888 ingresó en calidad de aspirante al sacerdocio en el colegio Jesús, María y José, de Sant Andreu de Palomar. El 19 de marzo de 1889 vistió el hábito religioso y profesó el 15 de agosto de 1893 también en Sant
Andreu.
Precisamente el 5 de marzo de este año, el Padre Manyanet escribía al P. Miguel Campanyá, superior del colegio-noviciado de Cambrils: «Díganos, asimismo, si por ahora podría suplir el Hno. Torres al Hno. Cazador que V. R. me indica. Digo esto porque Cazador sería lástima que perdiera el curso de Matemáticas que está estudiando con mucho aprovechamiento, de modo que con el tiempo podría ser de mucho provecho. Digo esto, no porque me falte buena voluntad de servirle y darle contento, sino que si puede remediarse de otro modo, sería lástima después de pensar bien un joven que, atendida su bondad y disposición, puede ser de mucha utilidad a la Congregación» (5/111/1893).
En otra de noviembre de 1894 contestando a José Cassases. de Vic, el Padre Manyanet afirmaba de Cazador: «Los HH. Cazador y demás que V. conoce se portan muy bien en virtud y aplicación, gracias a Dios, de manera que espero darán mucha gloria al Señor y honrarán grandemente a la Congregación» (l/XI/1894).
Profesó perpetuamente el 8 de septiembre de 1896 en Sant Andreu de Palomar. Recibió la tonsura y órdenes menores en Lleida, en septiembre de 1895; el subdiaconado, en Vic, el 19 de septiembre de 1896 y el diaconado en Lleida, el 3 de abril de 1897.
El 18 de marzo de 1899 fue ordenado sacerdote en Vic por el obispo José Torras y Bages. En aquella fecha ya formaba parte de la comunidad del colegio de Huérfanos de Sant Julià de Vilatorta, del que prácticamente no se movió hasta el final de sus días. Del mismo fue superior en varias ocasiones, en 1928, 1931 y 1932; fue colaborador de la revista durante varios años, nombrado oficialmente por el P. Buenaventura Mullol, aportando su saber científico; formó parte también de la comisión de examinadores canónicos en varios trienios.
El P. Manuel Cazador orientó todos sus estudios hacia la formación científica. Fue alumno de la famosa Granja Experimental de Barcelona, estudió ciencias físicas en la misma Universidad y cursó Astronomía en la Escuela Náutica. Tiene numerosas colaboraciones en revistas científicas nacionales. Por ejemplo, en el Boletín de la Sociedad Astronómica de Barcelona (1917). Ya en 1904, un religioso joven de la comunidad de Sant Andreu, Florencio Surroca, le había escrito que «si no fuese molestarle, desearía saber si el nuevo Observatorio magnético-seísmico sería pronto un hecho» (13/1X71904).
El P. Cazador construyó en su laboratorio de Sant Julià el primer aparato transmisor y receptor de radio que hubo en España. Pero lo que causa más admiración en la polifacética personalidad del P. Cazador fue el tesón y la constancia con que durante más de medio siglo fue prodigando sus actividades en el Observatorio Metereológico de Sant Julià de Vilatorta. fundado por él. Se conservan ejemplares impresos de los partes que emitía diariamente. Participó, entre otros, en el Congreso Nacional de Eclipses 1unares celebrado en Barcelona en 1911.
Los escolares de Les Corts. en 1919, le dirigieron esta carta: «Con gran satisfacción recibimos la hoja resumen meteorológico del Observatorio que dignamente dirige V.R. Dentro de poco entraremos al estudio de la Meteorología, por lo tanto esperamos que los interesantes datos que V.R. nos ha ofrecido, nos serán de mucha utilidad y provecho. Nos dedicamos a la disecación de animalejos; si tiene, por lo tanto, algo que nos pueda servir, algún bisturí y otros utensilios de disecación, se lo agradeceremos... No nos vendría mal también algún aparato de física, aunque algo viejo, no importa, para algo serviría...»
La revista Radio Lot, portavoz de los establecimientos «Radio-Lot», le dedicó el n. 3 del año 1925 publicando un artículo suyo e historiando el Observatorio metereológico de Sant Julià. Sobre el P. Cazador afirma Eduard Rifà: «Todo bondad, es un santo varón que tiene el don de atraer desde las primeras palabras, hablando con tanta sencillez y con un tono tan amigable, que inmediatamente te sientes inmerso en el mismo clima de cordialidad. El P. Cazador es uno de los hombres, de la media docena de pacientes que había durante la segunda guerra mundial, dedicados con un aparato de galena a escuchar al punto de las doce del mediodía las doce señales horarias emitidas por la Torre Eiffel de París. Y así, pacientemente, esperaban los toques como iluminados en el silencio por recibir la emoción dulce de la vibración metálica, hecha a mil kilómetros de distancia. No oían nada más que esto, pero les parecía ya un gran descubrimiento, sintiendo su gozo. Fueron los que captaron las primicias de la radio-telefonía, que desde entonces ha evolucionado a pasos gigantes».
Pero el P. Cazador era religioso y sacerdote que amaba por encima de todo su consagración al Señor en el instituto del Padre Manyanet. Y aunque su dedicación principal fueron ciertamente las ciencias, gustaba también de opinar en temas eclesiásticos y participar en las conversaciones de la comunidad, haciendo sus comentarios sobre las personas, sin faltar a la caridad pero con humor contagioso, a veces cáustico y siempre ocurrente.
A raíz de la restauración teatina, que vivió en Sant Julià, declaró «que había firmado las Preces porque hace ya 26 años que vivía contento como Hijo de la Sagrada Familia; después se les ha cambiado no solamente el nombre sino hasta los actos de piedad; durante la vida del Card. Vives no se atrevieron a pedirlo porque vivían bajo las amenazas del P. Provincial (Bernardo Montoliu) y el Visitador (P. Miquel d’Esplugues, capuchino)».
El P. Cazador participó en los capítulos generales de 1902, 1916, 1922, 1932, 1941 y 1947. Fue elegido consultor general en 1939 y en 1941, en circunstancias muy críticas para la historia de la Congregación.
En 1949, con motivo de sus Bodas de oro sacerdotales, se preparó un interesante programa para festejar «al maestro y guía preclaro de cuántos han tenido la fortuna de pasar por sus aulas». Se publicó un folleto biográfico que preparó el P. Juan Blasco, a cuenta de la Asociación de Antiguos Alumnos del colegio de Sant Julia de Vilatorta y se hizo petición al Gobierno de Madrid para que le fuese otorgada la Placa de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, que no prosperó quizás para no herir su natural sencillez y humildad. Pequeño de estatura y más bien rechoncho, le gustaba entregarse a un humor sutil. Muchas de sus ocurrencias han sido célebres en el ambiente de Sant Julià.
«Religioso humilde y sencillo como ha sido siempre el P. Cazador —dice el folleto—, se ha sacrificado toda la vida únicamente para mayor gloria de Dios y bien del prójimo. Ha sobrenaturalizado de tal manera sus propósitos que nada espera de los hombres en recompensa de su ímprobo esfuerzo, pero todos aquellos que nos hemos beneficiado con sus enseñanzas y sus ejemplos, el país que tanto le debe de su progreso material y que tan justamente puede hoy envanecerse de tener un hijo de tanto prestigio, y toda la sociedad en fin, tenemos la obligación moral de demostrar de alguna manera a este meritorio sacerdote, a este abnegado maestro y hombre de ciencia, nuestra gratitud y nuestro cariño».
El P. Cazador falleció el día 17 de febrero de 1956 en el colegio de Sant Julià, víctima de una congestión pulmonar, a los 82 años de edad y 63 de profesión religiosa. Apenas dos años más tarde, un incedio voraz destruyó gran parte de su trabajo meticuloso y abnegado.
Sus restos mortales descansan en el cementerio de Sant Julià de Vilatorta. La Sagrada Familia afirmó: «Humilde y sencilla ha sido la vida de este sabio religioso que nunca vio horizontes en la ciencia, viviendo en constante actividad sacerdotal, entregándose con cariño al magisterio de los niños del Colegio de Huérfanos y a sus investigaciones científicas».
Fuentes: Album de Familia, Documenta 2
Expediente personal y correspondencia.
BOC 8 (1924, 3) 12; 10 (1926, 1) 2; 40 (1956, 2) 25
La Sagrada Familia, 1903-06; 1914; 1921; 1928; 1956; III, 11.
El P. Manuel Cazador López, en sus bodas de oro sacerdotales, 1949.
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