Constituciones 51:
Igualdad básica de la formación para todos
La naturaleza y la misión de los Hijos de la Sagrada Familia es el único plan, la única razón y la meta única de nuestra formación.
Entre los hermanos, unos somos sacerdotes y otros coadjutores, pero a todos nos ha reunido el mismo amor de Cristo y nos ha elegido como a familiares de Dios en su propia Familia de Nazaret, para gozar de su presencia. Por lo cual, todos hemos recibido el mismo el don de Dios, aunque cada uno lleva a término de modo diferente los objetivos de un mismo proyecto, y todos recibiremos la misma corona de gloria, si permanecemos fieles.
No hay distinción alguna entre los religiosos, ni en la formación, ni en la comunión de vida y acción, excepto en aquello que exigen los diversos oficios a los que cada uno es destinado por la llamada especial de Dios o por su aptitud personal.
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