Constituciones 39:
Perseverantes en la fracción del pan
Todos los días nos reunimos para celebrar la Eucaristía como una fiesta, en la que reconocemos al Señor en la fracción del Pan y le acogemos amorosamente en cada uno de los hermanos: pues, aunque muchos, somos un solo Cuerpo los que participamos de un solo Pan. Y los que ofrecemos cada día a Dios, agradecidos, el don recibido del Padre también nos entregamos nosotros mismos a Él y a los hermanos para perfeccionar más y más la unión con Dios y entre nosotros. Y, asociados con María y José por nuestra consagración nazarena a la oblación eucarística de Cristo, servimos al misterio de la redención según la manifestación del Espíritu que hemos recibido para el bien de todos.
La Comunidad, alimentada por la Palabra de Dios y la Eucaristía, persevera en la oración y en la comunión de un mismo espíritu.
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