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Constituciones 26:
Obediencia comunitaria
El Superior y los hermanos, cada uno según su oficio, son corresponsables y, a su vez, practican por igual la obediencia en espíritu de servicio y de religioso respeto.
La obediencia nos ayuda a superar más fácilmente nuestra pequeñez y debilidad y a unir los esfuerzos de todos en la conquista del ideal común.
Por eso, en los asuntos de importancia, buscamos juntos la voluntad del Señor por medio del diálogo fraterno. El Superior escucha a los hermanos, tiene en cuenta sus opiniones y, cuando es el caso, tomas las decisiones oportunas. Todos nos comprometemos sinceramente en su realización, aun cuando no hayan prevalecido las opiniones de cada uno.