Constituciones 23:
Obediencia: holocausto y servicio
Al ofrecer a Dios nuestra voluntad por la obediencia, le sacrificamos libremente y por amor los más valioso de nosotros mismos. Ello puede ocasionarnos difíciles pruebas, pues la obediencia se opone a la inclinación a la independencia y al excesivo amor propio.
Inmersos en el misterio de la obediencia de Cristo por la profesión religiosa, nos vinculamos más estrechamente al servicio de la Iglesia para la edificación del Cuerpo de Cristo, según el don fundacional del Instituto. Cristo mismo, por su sumisión al Padre, sirvió a los hermanos y entregó su vida en la Cruz para la redención de todos.
Comments