17 de febrero:
LA HUIDA A EGIPTO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, Memoria
El ritmo del año litúrgico de nuestra vida comunitaria está en total armonía con las orientaciones de la Iglesia pero, fiel a las exigencias de nuestro carisma y a las enseñanzas de nuestro Fundador, pone de relieve aquellos aspectos que se refieren al misterio de la vida oculta de Jesús y no se celebran explícitamente en el calendario general. El misterio pascual de Cristo el centro de nuestra vida cristiana y religiosa, pero lo vivimos desde la luz que dimana de Nazaret. Así, aunque la meta o culmen es el triduo pascual o la totalidad del misterio de Cristo, ponemos un acento especial en los tiempos de Adviento y Navidad, que prepara o celebra la Encarnación del Señor, y hacemos memoria de aquellos santos que estuvieron más vinculados a este misterio de Cristo o lo ayudaron a descubrir y a vivir a nuestro Fundador. Calendario Propio de los Hijos de la Sagrada Familia, Presentación, pág.7 (ed. 1986)
CALENDARIO PROPIO DE LOS HIJOS DE LA SAGRADA FAMILIA, edición 1986
Se inspira en el relato evangélico de San Mateo, revelador de un estilo cristiano de entrega a la obediencia en la oscuridad de la fe. Este sueño pone a José al nivel de los antiguos patriarcas y de los grandes privilegiados de Israel, a quienes Dios guiaba con cuidado en los sueños revelados.
La obediencia de José es conmovedora y un modelo maravilloso de plena disponibilidad y docilidad a la voluntad de Dios. Jesús, con su Familia, fue un refugiado, forzado a huir del odio que había desatado la persecución, a abandonar su propio país y a vivir exiliado en tierra extranjera.
Egipto ya había sido tierra de refugio para Abraham y para Jacob, después tierra de opresión y de esclavitud para Israel, y nuevamente tierra de refugio y de exilio durante siglos.
Esta celebración aparece en el calendario copto ya a mediados del siglo XVII. Pió IX concedió misa y oficio propios a la Asociación de la Sagrada Familia, de Lieja, en 1856. Pió XII firmó en 1952 la Constitución Exsul Familia para la asistencia espiritual de las familias emigrantes.
El Padre Manyanet habla de esta escena de la vida de la Sagrada Familia en varios sermones sobre los Dolores de la Virgen y sobre San José. Ensalzando la sumisión, el sufrimiento, la docilidad y la constancia de los padres de Jesús, exclama: “¡Qué ejemplo tan eficaz, carísimos, para aquellas voluntades remisas que nunca acaban de poner en práctica las santas resoluciones y toques interiores de la gracia!"