15. "Fidelidad creativa" de nuestro apostolado
“El vino nuevo se echa en odres nuevos” (Mt 9,17). No pretendemos cambiar el mensaje pero sí la forma y ello exige creatividad.
Releemos el evangelio de Nazaret teniendo ante nuestros ojos la realidad del presente. Se trata de una intuición que nos legó el Padre Fundador. En la exhortación que dejó a sus hijos [precediendo el primer texto de las Regulae et Constituciones ya nos invita a ser “hombres nuevos”.
Durante el Concilio Vaticano II se acuñó la expresión “aggiornamento”; luego se habló de “signos de los tiempos”, y hoy de “fidelidad creativa” (VC 37), que viene a significar el poner la imaginación para una nueva evangelización.
Se nos invita a saber reproducir con valor la audacia, la creatividad y la santidad de nuestro Fundador como respuesta a los signos de los tiempos que surgen en el mundo de hoy. Esto comporta perseverancia en el camino de la santidad y también buscar la competencia en el propio trabajo y cultivar una fidelidad dinámica a la propia misión, adaptando sus formas, cuando sea necesario, a las nuevas necesidades, en plena docilidad a la inspiracion fundacional y al discernimiento eclesial (cf. VC 37).