Constituciones 13:
Valor y fuerza apostólica de la castidad
Amamos con gran afecto la castidad y la guardamos con suma diligencia, desechando con desdén todo lo que es contrario a esta angelical virtud. Cultivamos su estima en el apostolado con los niños, los jóvenes y las familias.
La continencia perfecta y nuestra misión apostólica requieren de nosotros madurez, equilibrio psicológico y afectivo y una continua vigilancia.
A su vez el celibato religioso nos hace más aptos para ejercer una paternidad más amplia en Cristo y para entregarnos con el máximo fervor a la implantación del Reino.
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