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24 de junio:
LA NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA
Solemnidad
Las palabras que el ángel Gabriel dirigió a María sobre Isabel ("ya está de seis meses", Lc 1,36) han motivado que el nacimiento del precusor se fijase, en la iglesia latina, exactamente seis meses antes de Navidad y tres después de la Anunciación.
El papel importante que Juan tiene en la Historia Sagrada, la alabanza que de él hizo el Señor, la nobleza de su figura, el hecho de su martirio, el anuncio de su nacimiento y la importancia que fue tomando el catecumenado y la liturgia bautismal, han hecho que san Juan fuese el primer santo venerado con cierto carácter universal.
El representa la transición entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, no era él la luz, pero sí testigo de la luz. San Agustín ya conoció la fecha del 24 de junio para esta solemnidad. La vigilia, hoy más profana que religiosa, le da un cierto paralelismo con Navidad.
San Juan pertenece a la Familia de Jesús, es su pariente más cercano. Pero hay, además, dos aspectos que centraron particularmente la atención de nuestro Fundador: en primer lugar, la llamada que Dios hace al Bautista de un modo tan personal para que lleve a cabo su misión, y el matiz que añade al elogio que Jesús hace del Precursor: Juan, es, efectivamente, el más grande entre los nacidos de mujer, pero después de la Virgen María y de San José.
Todo como en el Misal Romano