29. La celebración del matrimonio en casos particulares
La celebración del matrimonio es la celebración de un sacramento. Por consiguiente, es necesario ayudar a los esposos a celebrarlo en la fe de la Iglesia que se manifiesta en el amor según el Espíritu y en el compromiso de vida.
Se dan algunos casos en que la cuestión sobre la fe de los esposos requiere una atención particular:
— Matrimonio de bautizados no creyentes
Piden el matrimonio canónico pero no se muestran plenamente dispuestos a aceptar la fe de la Iglesia. En la catequesis, habrá de insistirse, con un esfuerzo paciente de comprensión, diálogo y evangelización, en un auténtico espíritu de discernimiento y de comunión eclesial, antes de negarles el sacramento.
— Matrimonios mixtos
En nuestra sociedad, son cada vez más frecuentes los matrimonios entre católicos y bautizados de otras confesiones cristianas. Aunque en sí mismos, representan una aportacion al movimiento ecuménico no hay que esconder las dificultades que podrán surgir en la futura vida conyugal.
En particular, convendrá instruirles sobre las coincidencias y diferencias existentes en los contenidos de la respectiva fe, especialmente acerca del sacramento del matrimonio y sobre cuanto establece el Código de Derecho Canónico sobre los deberes religiosos de cada uno.
— Matrimonios interreligiosos
El desarrollo de la sociedad hacia situaciones pluriculturales y plurireligiosas, comporta el aumento de matrimonios entre católicos y pertenecientes a religiones no cristianas.
Aún reconociendo el valor del vínculo matrimonial en sí mismo, habrá que advertir a los cónyuges católicos sobre las dificultades que podrán surgir en la expresión de su fe, en el respeto por las recíprocas convicciones y en la educación de los hijos.
Atención particular merecen los matrimonios entre católicos y los pertenecientes a la religion islámica por las dificultades que presentan los usos, costumbres, mentalidad y leyes islámicas, sobre el lugar de la mujer frente al hombre y sobre la naturaleza misma del matrimonio.