41. La parroquia, plataforma de nuestra misión
“Podemos recibir de los obispos la tarea de regentar parroquias...” (Constituciones 46)
“La parroquia es una determinada comunidad de fieles constituida de una forma estable en la Iglesia particular” (CIC 515; cf. El Presbítero, pastor y guía de la comunidad parroquial, n.18).
Para nosotros la parroquia es una familia de familias. Por eso, no olvidamos que también en las parroquias “nuestro principal deber es llevar a las familias el alimento y el consuelo de la Palabra de Dios, de los sacramentos y de otras ayudas espirituales, protegerlas y fortalecerlas para que resplandezca y se exprese en ellas de un modo peculiar la santidad de vida de la Familia de Nazaret y se conviertan en pleclaros ejemplos de la piedad familiar” (Constituciones 46).
A las parroquias se equiparan también, en cierto sentido, los centros de culto o capillas que nuestras casas, ya desde los tiempos del Padre Fundador, mantienen abiertas a las necesidades de los fieles, particularmente de los niños, jóvenes y familias. En ellas, los sacerdotes están siempre dispuestos a prestar los servicios propios de su ministerio (Directorio 64).
En todas ellas ofrecemos los tres servicios que constituyen la acción eclesial que se expresa también en el n. 46 de las Constituciones, es decir:
— El servicio de la Palabra (acción evangelizadora).
— El servicio de la Eucaristía y de los otros sacramentos (acción litúrgica).
— El servicio de la Caridad (acción social)