top of page

Talleres de economía doméstica

La semana que viene comenzamos en la parroquia unos talleres de economía doméstica destinados especialmente a las familias usuarias del economato. Fue una decisión de los voluntarios tras venir observando durante tiempo la forma de administrarse y de funcionar de muchas de las personas que acudían a hacer su compra a este servicio de Cáritas parroquial.

Algo falla, me decían, cuando hay gente que llega al economato, hace su compra con el dinero que puede gastar según su carnet y, si sobra un euro, se lleva leche. Pues no, la leche lo primero, y si sobra, galletas. O gente que te manda un “guasap” para decirte que no acude a la compra porque no tiene dinero.

Los voluntarios, y sobre todo las voluntarias, se echan las manos a la cabeza cuando descubren que hay familias que jamás llevan legumbres o verduras, pero a las que no les falta su bolsita de empanadillas congeladas. Pues empanadillas está bien que tengamos porque resuelven alguna cena sobre todo de los niños, pero más sano y nutritivo un perol de lentejas. En fin, que así estamos.

No es de extrañar. Tiempo llevo diciendo, y la experiencia en esto ha sido mi gran maestra, que la pobreza económica suele llevar consigo una escasez de sentido común, o mejor aún, que es en muchos casos esa falta de esos dos dedos de frente lo que lleva a muchas familias a pasar necesidad. Por eso creemos que hay que aunar apoyo económico con ayuda para aprender a salir adelante.

Cinco charlas, con carácter obligatorio, por las que han de pasar todos los usuarios del economato. Estos son los temas de las cuatro primeras:

1. Cómo administrar los ingresos familiares 2. Organizar la compra: lo esencial, lo conveniente, lo accesorio 3. Cuidado de la casa: limpieza, orden, lavadoras, armarios… 4. La cocina. Comer bien: desayunos, mañana, comida, merienda, cena. 5. La quinta charla será otra cosa: hablarles de qué es Cáritas y por qué están ahí los voluntarios, que no lo hacen por aburrimiento ni por necesidad de terapia o entretenimiento personal, sino movidos por su amor a Jesucristo, vivido en la Iglesia, y que les insta a ayudar a los hermanos.

A ver, que no se me escandalicen las almas cándidas. Que no se trata de poner como obligatorio ir a misa o a rezar para llevarse un paquete de garbanzos, que me lo estoy viendo. No se trata de convertir a nadie a la fuerza como contraprestación por comprar en un economato de Cáritas, porque aquí seguirán comprando familias musulmanas o ateas, o agnósticas o Hare Khrisna si llegara el caso. Pero una cosa es que aceptemos a todos y otra que nos callemos ante ellos la razón clave para estar ahí: al amor a Cristo, y por Él a todos los hermanos.

El próximo martes empezamos los talleres de economía doméstica. Y en horario de mañana y tarde para facilitar la asistencia a todos, que hay familias con niños o que tienen pequeñas obligaciones que les complican los horarios. Ya contaré cómo resulta.

Fuente: infocatolica.com

Categorías
bottom of page