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Mt 10,26-33 No tengáis miedo

Mt 10.16-33: La persecución a los Apóstoles
Cf. Marcos 13,9-13; Lucas 10,3; Lucas 12,11-12; Lucas 21,12-19

16 Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas.
17 Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en sus sinagogas.
18 A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos.
19 Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará

      a conocer en ese momento,
20 porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes.
21 El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo;

      los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir.
22 Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará. 
23 Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra, y si los persiguen en esta, huyan a una tercera.

      Les aseguro que no acabarán de recorrer las ciudades de Israel, antes de que llegue el Hijo del hombre.
24 El discípulo no es más que el maestro ni el servidor más que su dueño.
25 Al discípulo le basta ser como su maestro y al servidor como su dueño.

      Si al dueño de casa lo llamaron Belzebul, ¡cuánto más a los de su casa! 
26 No les teman. No hay nada oculto que no deba ser revelado, y nada secreto que no deba ser conocido.
27 Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo en pleno día; y lo que escuchen al oído,

      proclámenlo desde lo alto de las casas.
28 No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a aquel que puede arrojar

      el alma y el cuerpo a la Gehena.
29 ¿Acaso no se vende un par de pájaros por unas monedas? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae en tierra,

      sin el consentimiento del Padre que está en el cielo.
30 Ustedes tienen contados todos sus cabellos.
31 No teman entonces, porque valen más que muchos pájaros.
32 Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, yo lo reconoceré ante mi Padre que está en el cielo. 
33 Pero yo renegaré ante mi Padre que está en el cielo de aquel que reniegue de mí ante los hombres. 
 

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