Constituciones 5:
Definición de nuestra vida consagrada
El modo de vivir que asumimos libremente los que, llamados por Dios, nos proponemos observar los consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia, ratificados mediante el vínculo sagrado del voto, es una forma estable de vida. Por un nuevo título, nos consagramos totalmente a Dios, amado sobre todas las cosas, para alabanza de su gloria, a fin de que, siguiendo más de cerca a Cristo junto con María y José en el estilo de vida de Nazaret, nos esforcemos por alcanzar la caridad perfecta y, unidos de un modo especial al misterio de salvación de la Iglesia, nos dedicamos en cuerpo y alma a la edificación del mismo Cuerpo místico de Cristo y a la salvación del género humano, según el don que hemos recibido, en una comunión fraterna de vida, de oración y de trabajo apostólico.
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