3 de mayo: SAN FELIPE Y SANTIAGO, APOSTOLES, Fiesta
El ritmo del año litúrgico de nuestra vida comunitaria está en total armonía con las orientaciones de la Iglesia pero, fiel a las exigencias de nuestro carisma y a las enseñanzas de nuestro Fundador, pone de relieve aquellos aspectos que se refieren al misterio de la vida oculta de Jesús y no se celebran explícitamente en el calendario general. El misterio pascual de Cristo el centro de nuestra vida cristiana y religiosa, pero lo vivimos desde la luz que dimana de Nazaret. Así, aunque la meta o culmen es el triduo pascual o la totalidad del misterio de Cristo, ponemos un acento especial en los tiempos de Adviento y Navidad, que prepara o celebra la Encarnación del Señor, y hacemos memoria de aquellos santos que estuvieron más vinculados a este misterio de Cristo o lo ayudaron a descubrir y a vivir a nuestro Fundador. Calendario Propio de los Hijos de la Sagrada Familia, Presentación, pág.7 (ed. 1986)
Felipe era de Betsaida, el pueblo de Pedro y de Andrés. Discípulo primero de Juan el Bautista, luego siguió a Jesús y tuvo, según el Evangelio, diversas intervenciones interesantes delante de Jesús.
Santiago, hijo de Alfeo, apóstol, ha sido muchas veces confundido con otro Santiago, primo de Jesús, que luego sería obispo de Jerusalem y probablemente autor de la carta que lleva su nombre. Es difícil distinguir a estos dos apóstoles de la primera generación. Se sabe muy poco de los países en que estos dos apóstoles.
Felipe y Santiago, predicaron el evangelio después de la dispersión de Jerusalén. Sus cuerpos parece que fueron depositados, en el siglo VI, en la Basílica de los Doce Apóstoles de Roma. Su fiesta estaba en conexión con la dedicación de esta basílica romana, que se realizó el 1 de mayo del 570. A partir de la fiesta de San José, Obrero (1955), fue trasladada al primer día libre, es decir, al 11 de mayo. El Calendario restaurado la ha trasladado nuevamente al día 3, quedado libre con la reforma.
Es probable que al Padre Manyanet le gustase particularmente el diálogo entre Jesús y Felipe que narra san Juan y que habla de la verdad profunda que hay en todo lo que Jesús dice y hace. También Desideria escuchó de labios de María que “Jesús es el camino recto y seguro, la verdad y la vida, sin que ninguno pueda llegar al Padre celestial sino por Él".
Todo como en el Misal Romano.
FUENTE: CALENDARIO PROPIO DE LOS HIJOS DE LA SAGRADA FAMILIA, ed. 1986