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Preparar la Navidad en familia

Sugerencias del sacerdote Álvaro Cárdenas

Hay fiestas litúrgicas que se han de vivir entrañablemente en el seno del hogar. No basta con las luces en la calle, los adornos en los centros comerciales, ni menos esa ansiedad por comprar y disfrutar. Hay cosas más sencillas que nos pueden hacer feliz. HACER UNA CORONA DE ADVIENTO FAMILIAR

Con ramas de abeto o de ciprés, unidas con un cordón de nylon (de los de pesca). Se puede envolver con una cinta roja, piñas al natural o pintadas con spray color oro o plata. También puede adornarse con mandarinas pequeñas, que contrastan muy bien con el verde de la Corona. Se ponen cuatro velas, una por cada semana de Adviento. Es una actividad muy bonita para pasar una tarde en familia. También puede comprarse la base y adornarla en casa. Se coloca en el salón de casa o en el lugar donde la familia se reúne para su oración familiar, y antes de hacer la oración en familia se enciende la vela de la semana correspondiente.

Expresamos así que con nuestra oración la luz de Cristo se intensifica en nosotros, preparándonos así para su venida. • Significado de la Corona de Adviento: (una sencilla catequesis) De tradición católica alemana, representa el tiempo de Adviento, la esperanza de la llegada del Hijo de Dios y la alegría de esta espera. Su forma circular: sin principio ni fin, simboliza la monotonía del tiempo que se rompe con la venida del Señor del tiempo y de la historia, Jesucristo, el Hijo de Dios, el Dios con nosotros. Las ramas de hoja perenne, vivas y de color verde: nos invitan a vivir alegres en la esperanza (Rm 12,12), con una viva fe, que es el modo de poseer lo que esperamos (Hb 11, 1): la presencia de Dios entre nosotros y la instauración de su Reino de amor y vida. La cinta roja que la envuelve: significa el amor de Dios que nos abraza, y que nos ha manifestado a través de toda la Historia de la Salvación, y en especial de su Hijo (1 Jn 4, 9). También representa el amor activo con que nosotros lo esperamos, que se expresa en el esfuerzo sincero de conversión, de apertura a Él y al prójimo. Las cuatro velas encendidas cada domingo de Adviento: simbolizan la salvación de Dios que se abrió camino a lo largo de la Historia de la Salvación y que sigue hoy abriéndose camino semana tras semana, invitándonos a acogerla. Es la luz de la verdad y del amor de Dios, que nos saca de las tinieblas del error y del pecado, si acogemos con humildad a su Hijo y a su Palabra y enderezamos nuestros caminos a los suyos.

También representa la fe viva, llena de alegría e ilusión con que esperamos la llegada del Señor. Cada vez que encendemos una, se va venciendo la oscuridad de este mundo, hasta que llegue la Navidad y la tiniebla no pueda vencer la luz verdadera que es Cristo (Jn 1,5).

• Bendición familiar de la Corona de Adviento: Introducción: (la madre de familia o el hijo mayor): Querida familia: La Corona de Adviento es un signo que expresa la alegría del tiempo de preparación a la Navidad. Al bendecirla expresamos su sentido religioso. No es un mero adorno. La luz nos muestra el camino, nos aleja del miedo y nos reúne. La luz es símbolo de Jesucristo, Luz del mundo. Al encender semana tras semana estas velas, expresaremos nuestra peregrinación con el Pueblo de Dios, con María y con José, al encuentro de la gran luz de la Navidad, que es Jesucristo, el Emanuel, Dios con nosotros. El color verde de la corona significa la vida y la esperanza que nos trae Jesús. Esta Corona es, pues, un símbolo de esperanza en que la luz y la vida vencen a las tinieblas y a la muerte, porque el Hijo de Dios se ha hecho hombre por nosotros, y con su muerte nos libra del mal y nos da la verdadera vida. Cada día un buen propósito: - Rezaré el Credo por los cristianos que son perseguidos por ser fieles a Jesús. - Haré un sacrificio por las mamás que se sienten solas y están tentadas de abortar a sus hijos. - Pediré por los que tienen hambre, y no comeré hoy dulces. - Rezaré un Ave María para decir a la Virgen que la quiero. - Hoy no me discutiré con mis hermanos. - Ayudaré a mis hermanos en algo que necesiten. - Hoy ayudaré a mi madre a recoger el comedor o la cocina. - Ayudaré en casa en aquello que más me cueste trabajo. - Rezaré en familia por la paz del mundo. - Ofreceré el día por los niños que no tienen papás ni una casa donde vivir. - Obedeceré a mis padres y a mis profesores con alegría. - Ofreceré un sacrificio por los sacerdotes. - Ofreceré a Jesús mi tarea del colegio por los niños que no tienen la suerte de ir al Colegio. - Rezaré por el Papa. - Daré gracias a Dios por todo lo que me ha dado. - Haré el sacrificio de obedecer a la primera. - Rezaré un Padre nuestro a San José por mi padre. - Leeré el nacimiento de Jesús (Lucas 2,1-20). - Pediré a Jesús que nazca en mi corazón rezando un Padre nuestro, un Ave María y un Gloria. - Ofreceré a Jesús no poner azúcar en al desayuno, y lo ofreceré por los que no le aman. - Daré algo que me gusta a un niño que no lo tenga. - No comeré entre comidas. - En lugar de ver la tele ayudaré a mi mamá en lo que necesite. - Imitaré a Jesús en su perdón cuando alguien me moleste. IDEAS PARA VIVIR EL ADVIENTO Son sugerencias. Cada familia vea lo que puede hacer. Cada año se puede incorporar algo nuevo. Así, la familia va adoptando gestos y tradiciones que dejarán un poso muy hondo en los hijos. Aparte de la Corona de Adviento hay otros medios para hacernos presente el Misterio que vamos a celebrar, como en el Nacimiento del Señor • Poner el Belén familiar: Poner un Belén en familia. Tradicionalmente se pone en torno a la fiesta de la Inmaculada. Donde no haya un Belén, que no falte en cada familia, al menos el Misterio con San José, la Virgen y el Niño. Recordad que el Niño no se pone hasta el 24 de diciembre por la noche antes de la cena de Nochebuena. Es bonito que lo acueste en el pesebre el hijo más pequeño de la familia. • Poner pajas al pesebre del Niño: Donde sólo haya un Niño Jesús, o el mismo del Misterio o del Belén, preparar un pesebre con pajas para el Niño Dios. La paja representa el amor con que cubriremos al Niño para que no sufra el frío de nuestra falta de amor, tratando de amar a Jesús también por los que no le aman. Cada miembro de la familia pondrá una pajita por cada obra buena que haga. Así, se preparará la familia a recibir al Niño Jesús. • Poner el árbol de Navidad: El árbol, desde el siglo VIII representa a Cristo. San Bonifacio, evangelizador en Alemania, Inglaterra y otras naciones, derribó el árbol que representaba al falso Odín, y plantó otro representando a Cristo, el único Dios verdadero. El árbol simboliza la unión del Cielo con la tierra, pues hunde sus raíces en la tierra y se eleva hacia el Cielo.

El libro del Génesis prefiguró a Jesús con el árbol de la vida plantado en el Paraíso como fuente de inmortalidad (Gen 2, 9; 3, 22). Isaías anunció la venida del Mesías como la rama que saldría del tronco de Jesé (Is 11, 1-10). El árbol de Navidad es el pino, pero puede ser también otro. Cuando llega la Navidad todos los árboles han perdido su hoja menos él. Su hoja perenne y su verdor nos hablan de Cristo, que permanece siempre el mismo, ayer, hoy y siempre (Hb 13, 8), mientras que el mundo pasa. Las luces y regalos con que adornamos el árbol nos hablan de los dones de la gracia que Dios nos da por su Hijo, la luz de su Palabra que brilla en medio de las tinieblas, y de nuestra alegría y esperanza por la vida abundante y plena que nos da. • Oración familiar diaria durante el Adviento: Si no se reza diariamente en familia, podrían rezar juntos durante el Adviento. Si ya se reza algo todos los días, se podría rezar un misterio del Rosario, explicando muy brevemente a los hijos el misterio que se rece, y haciendo cada miembro de la familia una petición. Pueden considerarse los misterios gozosos. Se trata de avanzar un poco en la oración familiar. • Calendario Tradicional de Adviento: Lo puede hacer cada niño. Deberá señalarse todos los días hasta la Navidad y un propósito para hacer cada día. El día de Navidad puede estar ilustrado con una escena del nacimiento de Jesús. Los niños revisarán cada día los propósitos para preparar su corazón a la Navidad. • Algunos propósitos para los niños Los padres podéis proponerles lo que pueden hacer. Sois quienes mejor conocéis a vuestros hijos. Los mayores podéis hacer vuestros propios propósitos.

Todo ello puede parecer para algunos como muy infantil. Pero es que vamos a celebrar el Nacimiento de un Niño, y esto no se entiende si nos hacemos demasiado mayores.

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