54. Las misiones en nuestro Instituto
El Instituto, por su naturaleza, es misionero. “La caridad, que hemos de cultivar con mayor perfección por exigirlo nuestra vocación nazarena y nuestra consagración religiosa, nos insta y nos obliga a tener un espíritu y una entrega verdaderamente universales. Por consiguiente, no ponemos ningún límite a nuestra actividad apostólica, antes bien, la extendemos participando, según nuestras fuerzas, en la actividad misionera de la Iglesia, para la extensión e incremento del Reino de Dios.” (Constituciones 70)
55. Los religiosos en el apostolado misionero
“Los religiosos llamados a trabajar como misioneros tendrán presente que el mejor servicio al hermano es la evangelización, que lo dispone a realizarse como hijo de Dios, lo libera de las injusticias y lo promueve integralmente” (Documento de Puebla, 145).
Particularmente, el Hijo de la Sagrada Familia orienta su acción apostólica a “promover y defender la institución matrimonial y familiar, creando, en lo posible, centros educativos.” (Directorio 65)