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Los cristianos no copiaron la fecha de Navidad a los paganos: más bien, fue al revés

La teoría conspiratoria

Los textos clásicos antiguos de Grecia y Roma serían falsificaciones de monjes del siglo XIII bajo la coordinación del emperador Federico II, que gobernó desde 1220 a 1250 el Sacro Imperio Romano Germánico. Tito Livio, Séneca, Plutarco, la Eneida de Virgilio, todo falso, excepto los textos de Homero, Herodoto, Cicerón, las sátiras y epístolas de Horacio, la Historia Natural de Plinio y las Geórgicas de Virgilio. ¿Monedas y estatuas e inscripciones? Una gran conspiración. Todo lo que creíamos saber, era falso, nos han engañado, etc...

Esta teoría conspiranoica la publicó en 1696 Jean Hardouin (1646-1729), un clérigo bibliófilo, en su libro Chronologiae ex nummis antiquis restitutae. Por supuesto, se equivocaba y nadie le toma hoy en serio. Sin embargo, una de sus teorías sí ha perdurado: la que dice que la Navidad es un invento pagano y una fecha establecida por los cristianos para competir con la fiesta del Sol de los romanos.

El origen de la fecha de la Navidad cristiana

por William J, Tighe

William J. Tighe, profesor de Historia de la Universidad de Muhlenberg, publicó en diciembre de 2003 un análisis sobre el origen de la fecha de la Navidad cristiana en el 25 de diciembre. "Los orígenes paganos de la Navidad son un mito sin fundamento histórico", asegura Tighe, historiador especializado en los siglos XVI a XVIII.

Tighe ha localizado a los creadores del mito de que la fecha navideña la establecieron los cristianos para competir con los paganos; por un lado, señala a Jean Hardouin con su macro-conspiración; por otro lado, un poco más tarde, al protestante alemán Paul Ernst Jablonski (1693-1757).

La realidad es que los cristianos ya tenían establecida la fecha de nacimiento de Cristo al menos medio siglo antes de que el emperador Aureliano inventase su fiesta romana del Sol Invicto en el año 274 (el cristiano Sexto Julio Africano coloca la Encarnación en un 25 de marzo en sus Chronographiai del año 221, por lo que la Navidad ha de ser 9 meses después, el 25 de diciembre).

Publicamos, el análisis completo traducido de la revista ecuménica "Touchstone" realizado por el historiador William J. Tighe.

Calculando la Navidad: la auténtica historia del 25 de diciembre por William J. Tighe

Muchos cristianos creen que el cristianismo celebra el nacimiento de Cristo el 25 de diciembre porque los padres de la Iglesia se apropiaron de la fecha de un festival pagano, sin embargo, fue más bien al contrario, porque el festival pagano del Nacimiento del Sol Invicto, instituido por el emperador romano Aureliano el 25 de diciembre de 274, fue casi con toda certeza un intento de crear la alternativa pagana a una fecha que ya gozaba de cierta importancia para los cristianos romanos.

Los orígenes paganos de la Navidad cristiana no tiene fundamento histórico. La idea de que la fecha fue sacada de los paganos parte de dos estudiosos de finales del siglo XVII y principios del XVIII. Paul Ernst Jablonski, un protestante alemán, que pretendía demostrar que la celebración del nacimiento de Cristo el 25 de diciembre era una de las muchas paganizaciones del cristianismo que la Iglesia del siglo IV había adoptado y que había transformado el cristianismo apostólico en catolicismo.

Dom Jean Hardouin, monje benedictino, intentó demostrar que la Iglesia católica había adoptado festivales paganos aunque sin paganizar el Evangelio. En el calendario juliano (creado en el año 45 a.C. siendo emperador Julio César) el solsticio de invierno caía el 25 de diciembre y, por tanto, a Jablonski y a Hardouin les pareció que esa fecha debía haber contenido un significado pagano antes que cristiano; en realidad, la fecha no había tenido un sentido religioso en el calendario pagano en tiempos anteriores a Aureliano y el culto al sol tampoco desempeñaba un papel importante en Roma antes de su llegada.

En Roma Había dos templos del sol. Uno de ellos (mantenido por el clan en el que nació o fue adoptado Aureliano) celebraba su festival de consagración el 9 de agosto y el otro el 28 de agosto. Sin embargo, ambos cultos cayeron en desuso en el siglo II, en que los cultos solares orientales, como el mitraísmo, empezaron a ganar adeptos en Roma. En cualquier caso, ninguno de estos cultos tenían festivales relacionados con solsticios o equinoccios.

Lo que ocurrió fue que Aureliano, que gobernó desde el año 270 hasta su asesinato en 275, era hostil hacia el cristianismo y promocionó el festival del Nacimiento del Sol Invicto como método para unificar los cultos paganos del Imperio Romano alrededor de una conmemoración del renacimiento anual del sol. Al crear esa nueva festividad, su intención era que el día 25, en el que comenzaba a alargarse la luz del día y a acortarse la oscuridad, fuera un símbolo del esperado renacimiento del Imperio Romano, que debía ser el resultado de la perseverancia en la adoración de los dioses cuya tutela (según creían los romanos) había llevado a Roma a la gloria y a gobernar el mundo entero. Y si podía solaparse con la celebración cristiana, mejor aún.

La fecha del 25 de diciembre

y la celebración de la muerte y resurrección de Jesucristo

Es cierto que la primera prueba de una celebración cristiana el 25 de diciembre como fecha de la Natividad del Señor se encuentra en Roma en el año 336 d.C., pero hay pruebas en el Este griego y Oeste latino de que los cristianos intentaban averiguar la fecha del nacimiento de Cristo mucho antes de que lo empezaran a celebrar de una forma litúrgica. Las pruebas indican que la fecha de 25 de diciembre fue una consecuencia de los intentos por determinar cuándo se debía celebrar la muerte y resurrección de Jesucristo.

[Un ejemplo claro es el de Sexto Julio Africano, escritor cristiano que en el año 221, en sus Chronographiai, establece que Jesús se encarnó en 25 de marzo (por lo que nació 9 meses después: el 25 de diciembre). Esto lo escribe medio siglo antes de que en el 274 el emperador Aureliano cree una fiesta para el 25 de diciembre en Roma].

¿Cómo ocurrió todo esto? Parece haber una contradicción en la fecha de la muerte del Señor entre los Evangelios Sinópticos y el Evangelio de Juan. Los sinópticos la situarían en la Pascua de los judíos (después de la Última Cena la noche anterior), mientras que Juan la describiría en la Víspera de la Pascua, cuando los corderos eran sacrificados en el Templo de Jerusalén.

La solución a esta cuestión implica contestar a la pregunta de si la Santa Cena fue un ágape pascual o una cena que tuvo lugar un día antes, lo cual no estudiaremos aquí. Basta con decir que la primitiva Iglesia siguió a Juan y no a los sinópticos y, por tanto, creyó que la muerte de Cristo había tenido lugar el 14 Nisán, de acuerdo con el calendario lunar judío.

Los estudiosos modernos se muestran de acuerdo con que la muerte de Cristo podría haber tenido lugar en el año 30 o en el 33 d.C., porque éstos son los únicos años de esa época en los que la Vigilia de Pascua podía haber caído en viernes. Las posibilidades son, por tanto, el 7 de abril del 30 o el 3 de abril del 33. Sin embargo, cuando la Iglesia primitiva fue forzosamente separada del judaísmo entró en un mundo de calendarios distintos y tuvo que instaurar sus propios momentos para celebrar la Pasión del Señor, en parte también para independizarse de los cálculos rabínicos de la fecha de Pascua.

El calendario judío era un calendario lunar que constaba de 12 meses de 30 días cada uno. Cada pocos años debía añadirse un mes decimotercero por un decreto del Sanedrín, para mantener el calendario sincronizado con los equinoccios y los solsticios, así como para evitar que las estaciones se fueran "desviando" hacia meses inapropiados.

Aparte de la dificultad que debieron tener los cristianos en investigar, o quizás en ser bien informados sobre las fechas pascuales en un determinado año, seguir un calendario lunar diseñado por ellos habría dispuesto en su contra tanto a judíos como a paganos.

Durante el siglo II hubo fuertes disputas sobre si la Pascua tenía que caer siempre en domingo o en cualquier día de la semana dos días después del 14 Artemision/Nisán. Haber seguido un calendario lunar no habría hecho más que agravar estos problemas.

Estas divergencias eran interpretadas de distintas maneras entre los cristianos griegos y los cristianos latinos. Los cristianos griegos quisieron encontrar una fecha equivalente a su 14 Nisán en su calendario solar y dado que el Nisán era el mes en el que tenía lugar el equinoccio de primavera, eligieron el día 14 de Artemision. Alrededor del 300 d.C., el calendario griego fue solapado por el romano y como las fechas de principio y final de los meses en estos dos sistemas no coincidían, el 14 Artemision se convirtió en el 6 de abril.

No obstante, los cristianos latinos del siglo II en Roma y África del norte querían establecer la fecha histórica en que murió Jesús. En la época de Tertuliano [c.155 -220 d.C.] habían concluido que murió en viernes, 25 de marzo del 29. Como nota aparte, debo hacer constar que ello es imposible: el 25 de marzo del 29 no cayó en viernes, y la Víspera de Pascua judía en el 29 d.C. no caía en viernes ni en 25 de marzo, ni siquiera en el mes de marzo.

Cuando los antiguos creían en la "edad integral"

Así pues, en el este (cristianos greigos) tenemos el 6 de abril y, en el oeste (cristianos latinos) el 25 de marzo. Llegados a este punto, debemos introducir una creencia que parece ser que se propagó en el judaísmo en el tiempo de Cristo, pero la cual, como no aparece en la Biblia, no la han tenido presente los cristianos. Se trata de la "edad integral" de los grandes profetas judíos según la cual los profetas de Israel murieron en la misma fecha que la de su nacimiento o concepción, lo cual es un factor clave a la hora de entender por qué algunos de los primeros cristianos llegaron a la conclusión de que el 25 de diciembre fue la fecha del nacimiento de Jesucristo.

Los primeros cristianos aplicaron esta idea a Jesús, con lo que el 25 de marzo y el 6 de abril no sólo eran las supuestas fechas de la muerte de Jesús sino también las de su concepción o nacimiento.

Existen pruebas de que al menos algunos cristianos en los siglos I y II consideraron el 25 de marzo y el 6 de abril como la fecha del nacimiento de Cristo, pero rápidamente prevaleció la asignación del 25 de marzo como la fecha de la concepción de Cristo. Y es en este día cuando el Arcángel Gabriel llevó la Buena Nueva a la Virgen María y la Palabra de Dios ("Luz de Luz, Dios verdadero del Dios verdadero") se encarnó en su vientre.

¿Cuánto dura un embarazo? Nueve meses. Si contamos nueve meses a partir del 25 de marzo, es 25 de diciembre; si es a partir del 6 de abril, tenemos el 6 de enero. El 25 de diciembre es Navidad y, el 6 de enero, es la Epifanía.

La Navidad (el 25 de diciembre) es una fiesta de origen cristiano occidental. Parece que en Constantinopla fue introducida en el año 379 ó 380. Por un sermón de San Juan Crisóstomo, asceta y predicador en su nativa Antioquía, parece que ahí la fiesta se celebró por primera vez el 25 de diciembre del 386. Desde esos centros, se esparció por todo el Oriente cristiano y se adoptó en Alejandría alrededor del 432, mientras que en Jerusalén se asumió un siglo después o un poco más tarde.

Los armenios fueron los únicos entre las Iglesias cristianas antiguas que nunca la adoptaron y hasta hoy llevan celebrando el nacimiento de Cristo, la adoración de los Reyes y el bautismo el 6 de enero.

Las Iglesias occidentales fueron adoptando gradualmente la celebración de la Epifanía del Este el 6 de enero, y Roma lo hizo entre el 366 y el 394. Esta festividad se presenta normalmente como la conmemoración de la visita de los Reyes Magos al niño Jesús. En Iglesia oriental es la segunda fiesta más importante después de la Pascua. En Oriente, la Epifanía es mucho más importante que la Navidad. La razón es que la festividad también celebra el bautismo de Cristo en el Jordán y el momento en que la Voz del Padre y el Descenso del Espíritu Santo manifestaron por primera vez la divinidad del Cristo Encarnado.

Una fiesta cristiana

Así pues, el 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Cristo no está en deuda con las influencias paganas del imperio romano. Es improbable que fuera la fecha exacta del nacimiento de Cristo pero surgió de los esfuerzos de los primeros cristianos latinos para averiguar la fecha de la muerte de Cristo.

En cambio, la fiesta pagana que instituyó el emperador Aureliano en el año 274 no sólo fue un esfuerzo para utilizar el solsticio de invierno con el objetivo de hacer una declaración política sino que, casi con toda certeza, fue un intento de dar un sentido pagano a una fecha ya importante para los cristianos romanos.

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