Tiempo de Navidad
Enero 8: Feria de Navidad
1 Juan 4,7-10
Salmo 71: Que todos los pueblos de la tierra
se postren ante ti, Señor
Marcos 6,34-44
1 Juan 4,7-10
Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación para nuestros pecados.
Salmo 71,1-2.3-4ab.7-8
R. Que todos los pueblos de la tierra
se postren ante ti, Señor
Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.
R. Que todos los pueblos de la tierra
se postren ante ti, Señor
Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
que él defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre.
R. Que todos los pueblos de la tierra
se postren ante ti, Señor
Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra.
R. Que todos los pueblos de la tierra
se postren ante ti, Señor
Marcos 6,34-44
En aquel tiempo, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma. Cuando se hizo tarde se acercaron sus discípulos a decirle:
— Estamos en despoblado, y ya es muy tarde. Despídelos, que vayan a los cortijos y aldeas de alrededor y se compren de comer.
Él les replicó:
— Dadles vosotros de comer.
Ellos le preguntaron:
— ¿Vamos a ir a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?
Él les dijo:
— ¿Cuántos panes tenéis? Id a ver.
Cuando lo averiguaron le dijeron: Cinco, y dos peces.
Él les mandó que hicieran recostarse a la gente sobre la hierba en grupos. Ellos se acomodaron por grupos de ciento y de cincuenta. Y tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran. Y repartió entre todos los dos peces. Comieron todos y se saciaron, y recogieron las sobras: doce cestos de pan y de peces. Los que comieron eran cinco mil hombres.