La pobreza, entrega gozosa de nosotros a Dios y al hermano
- Constituciones
- 20 oct 2018
- 1 Min. de lectura
CONSTITUCIONES DE LOS HIJOS DE LA SAGRADA FAMILIA
Número 16: La pobreza, entrega gozosa de nosotros a Dios y al hermano
Cada uno de nosotros es el primer responsable de vivir con gozo la pobreza consagrada. Vigila para no ceder, poco a poco, al deseo de bienestar y comodidad, lo cual es una amenaza a nuestra fidelidad y generosidad en la vida común y en el apostolado. Y si esta vida de pobreza nos ocasiona alguna incomodidad o sufrimiento, nos alegramos de poder participar con los pobres de la bienaventuranza prometida por el Señor.
Por la pobreza consagrada, nosotros, que lo dejamos todo para seguir a Cristo, experimentamos que sin Dios, en cuyas manos estamos en todo, nos sentimos necesitados e inútiles. Y sabiendo que nosotros mismos somos un don de Dios, por la pobreza sentimos la urgencia de ofrecerlo todo a los demás, con ánimo alegre: las cosas, el tiempo, el talento, las cualidades, incluso a nosotros mismos.
Entradas recientes
Ver todoCONSTITUCIONES DE LOS HIJOS DE LA SAGRADA FAMILIA Número 21: Voto de pobreza Por el voto de pobreza renunciamos al derecho de usar o de...
CONSTITUCIONES DE LOS HIJOS DE LA SAGRADA FAMILIA Número 20: La pobreza, escudo del Instituto Amamos la pobreza como a escudo y fortísima...
CONSTITUCIONES DE LOS HIJOS DE LA SAGRADA FAMILIA Número 19: Testimonio de vida pobre del Instituto Aceptamos la posesión de los bienes...
Comments