Cf. Mt 19,1-9
1 Desde allí se encaminó al territorio de Judea, al otro lado del Jordán. De nuevo se acercó
a él una multitud y, según su costumbre, se puso a enseñar.
2 Llegaron unos fariseos y, para ponerlo a prueba, le preguntaron:
—¿Puede un hombre separarse de su mujer?
3 Les contestó:
—¿Qué les mandó Moisés?
4 Respondieron:
—Moisés permitió escribir el acta de divorcio y separarse.
5 Jesús les dijo:
—Porque son duros de corazón Moisés escribió ese precepto.
6 Pero al principio de la creación Dios los hizo hombre y mujer,
7 y por eso abandona un hombre a su padre y a su madre, [se une a su mujer]
8 y los dos se hacen una sola carne. De suerte que ya no son dos, sino una sola carne.
9 Así pues, lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre.
10 Una vez en casa, los discípulos le preguntaron de nuevo acerca de aquello.
11 Él les dijo:
—El que se divorcia de su mujer y se casa con otra comete adulterio contra la primera.
12 Si ella se divorcia del marido y se casa con otro, comete adulterio.
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